FE durante las pruebas.
Julio 20, 2020
por
Carmen Camino
La hipocresía es una de las grandes plagas de la fe
cristiana. Decimos una cosa, pero hacemos otra. Ese
fue el problema durante la época de Santiago, y sigue
siendo el problema hoy en día. Santiago afronta este
problema en su carta, desafiando a sus lectores, a que
examinaran sus creencias, y sus acciones.
El
libro de Santiago es considerado como los “Proverbios”
del Nuevo Testamento. El consejo de Santiago es muy
práctico. Es la clase de enseñanza que podemos leer, y
luego ver, CLARAMENTE, como aplicarla. Pero a la vez,
¡es difícil! Porque todas sabemos , que el querer… y
el hacer, son dos cosas muy distintas.
Santiago
1:2 dice, “Hermanos míos, considérense muy dichosos
cuando estén pasando por diversas pruebas.”
Imagínate lo que sería tu vida, si no tuvieras ninguna
preocupación. Si vives obsesionado con que ¿Y qué si
esto pasara? O¿el Por-Qué, DE ESTO O AQUELLO EN LA
VIDA, ¿cómo vas a encontrar contentamiento en Cristo?
Puede que nunca sepamos, de este lado del cielo,
por que ciertas cosas pasan, pero necesitamos poner
nuestra fe en Jesucristo, especialmente, cuando no
podemos VER NI ENTENDER lo que Él está haciendo.
Jesús pone nuestra fe a prueba. Él pone nuestra
devoción a prueba. Él nos lleva al límite de nuestras
habilidades y recursos para que aprendamos a confiar
en Él, en vez de confiar en nosotros mismos.
Mis recursos son limitados; pero cuando miro a Jesús,
tengo recursos ilimitados. Mis fuerzas son limitadas;
pero cuando confío en Jesús, tengo fuerzas ilimitadas.
Pablo dice en 2 Corintios 12:10: “Por eso, por
amor a Cristo me gozo en las debilidades, en las
afrentas, en las necesidades, en las persecuciones y
en las angustias, porque mi debilidad es mi fuerza.”
Así que considérate dichoso cuando Dios te pone a
prueba.
¡El gozo no es la falta de problemas,
sino la presencia de Cristo en nuestra vida! ¿Qué es
lo que necesitas cambiar en tu vida, para poder sentir
gozo en medio de las pruebas? El Libro de Santiago
considera las pruebas, COMO OPORTUNIDADES… no como
obstáculos.
El propósito de Dios, es de
permitir desafíos en nuestras vidas, porque estos
tienen el potencial de hacernos crecer… y de darnos
fuerzas. Las pruebas determinan, si vamos a crecer, o
si nos vamos a dar por vencidos. Si nos volveremos en
hombres y mujeres amargados(as), o en mejores
cristianos.
UNA PRUEBA puede ser una de las
herramientas más filudas en la caja de herramientas de
nuestro Señor. El usa las pruebas, muchas veces, para
perfeccionar y moldear nuestra fe. ¿Suena pesimista,
no es cierto? Pero no debiera, porque Jesús nunca dijo
que nos escaparíamos de las pruebas, ni de los
problemas.
Al contrario, Él dijo en Juan 16:33,
“En el mundo tendrán aflicción. PERO CONFIEN, YO he
vencido al mundo.” El mundo está lleno de dolor, de
sufrimiento, de dificultades. Y los cristianos no
estamos inmunes. ¿Tienes un hijo pródigo? NO ESTÁS
SOLO. ¿Estas lidiando con una enfermedad? NO ESTÁS
SOLO.
¿Estás teniendo una crisis económica? ¡NO
ESTÁS SOLO! Las pruebas nos vienen a todos… a los
cristianos, y a las no cristianos. La vida es muy
frágil. Un minuto… y todo nos está yendo de maravilla.
No hay obstáculos en nuestro camino. Estamos llenas de
esperanza y de confianza. Y al minuto siguiente,
“suácata,” estamos lidiando con una prueba.
A
veces, cuando pasamos por pruebas, tenemos la
tendencia a pensar que Dios está molesto con nosotros.
En algunos casos, ¡SI!, nuestras dificultades son el
resultado de nuestro pecado.
Pero también, HAY
OTRAS PRUEBAS, que vienen sin ninguna razón aparente.
REALMENTE… Sin importar de donde vengan estas pruebas…
¿Por qué ES, que muchas veces, pensamos que Jesús está
molesto con nosotros?
Pero si eso fuera verdad,
que las pruebas de la vida indican que Dios está
descontento,
entonces, ¿Cómo podemos explicar
que el Padre mandara a Su Hijo Amado a ser
crucificado, a ser burlado, arrastrado por tierra, Su
costado atravesado por una lanza, y clavado a una
cruz? Las dificultades y pruebas de la vida pueden
tomar muchas formas.
Para algunos, puede ser
una relación que se ha distanciado, o un problema
económico, o una enfermedad, o una discapacidad
repentina, o la muerte de un ser querido. Para otros,
las pruebas pueden tomar la forma de burla, o hasta,
de persecución por su fe. Es natural no querer pasar
por ninguna clase de pruebas.
Todas quisiéramos
tener una vida libre de problemas, y poder vivir en
paz y serenidad todos los días de nuestra vida.Pero la
vida no es así, y todas sabemos que nuestra situación
puede cambiar de la noche a la mañana. La verdadera
pregunta es ¿cómo reaccionas? ¿Las pruebas te ponen
furioso, o te desesperan?
¡Jesús dice que
saldrás adelante! ¿PIENSAS QUE NO? ¡Todas pensamos que
no! Tenemos miedo que la depresión nunca se irá. O que
la gritería nunca parará. O que el dolor nunca pasará.
¿Se hará tu carga más liviana? Nos sentimos oprimidos,
atrapados, Predestinados al fracaso. ¿Saldremos alguna
vez de todo esto? ¡Sí! ¡La Biblia dice que Sí!
Isaías 43: 2-3 dice, “Cuando pases por las aguas, Yo
estaré contigo; cuando cruces los ríos, no te
anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás,
ni las llamas arderán en ti. Yo soy el Señor, tu Dios.
Yo soy tu Salvador.”
¡PERO NO SERÁ SIN DOLOR!
¿Has llorado tu última lágrima? ¡No necesariamente!
¿Se convertirá tu triste matrimonio en un matrimonio
feliz en un dos por tres? ¡No es muy probable! ¿Te
garantiza Dios, que no tendrás más luchas? ¡No en esta
vida!
Pero Jesús te promete entretejer tu dolor
para un propósito más alto. ¡Pero no sucederá de la
noche a la mañana! Su historia es de redimir, no en
minutos, sino de por vida. ¡PERO DIOS USARÁ TUS
PRUEBAS PARA BIEN!
Nosotras vemos un lío
perfecto. Jesús ve una oportunidad perfecta para
entrenarnos, ponernos a prueba, y enseñarnos. Porque
cuando nos encontramos en situaciones difíciles, éstas
nos fuerzan a mirar hacia arriba. Jesús viene del
cielo para dar la mano en el momento preciso, de la
manera precisa, ¡ÉL HARÁ ESO POR TÍ!
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